miércoles, 1 de febrero de 2012

Etica del cuidado en Las Relaciones Escolares y Familiares.



IMPLEMENTACIÓN DE LA ÉTICA EL CUIDADO EN LAS RELACIONES FAMILIARES Y ESCOLARES.



Lic. Carlos Altamar Rocha.

Resumen trabajo de grado.



 ANTECEDENTES DE LA INVESTIGACIÓN


Al hacer un análisis de las relaciones, primero se debe remontar a sus inicios en la historia, cuando el ser humano al darse cuenta que era débil para enfrentar la naturaleza, se vio en la necesidad de crear grupos, donde fueron apareciendo las primeras asociaciones, estas,  primero con un fin común; crear estrategias de caza para obtener alimentos y abrigos para así abastecer a los miembros de las hordas recolectoras. En este momento no se puede hablar de familia, pero empiezan a aflorar sentimientos de protección para sobrevivir en grupo que era su objetivo fundamental. Siglos más tarde se da la primera división del trabajo, mientras los hombres van de caza, las mujeres quedan al cuidado de los hijos y ancianos, la mujer con su naturaleza observadora, se da cuenta que las semillas germinan y estas, organizan y cultivan; aparecen los primeros huertos y por ende la agricultura, gracias a este nuevo descubrimiento ser humano se sedentariza y empieza una nueva etapa; a formalizar vínculos familiares donde se establece la familia  y a delimitar las relaciones afectivas de padres, madres, hijos e hijas. Para este momento histórico, las relaciones familiares solo eran de cuidado en los primeros años de vida, luego los hijos se dedicaban a faenas del campo o a servir para defender el territorio, mientras que las hijas eran destinadas a los quehaceres domésticos y seguir con la reproducción de nuevos integrantes de dicha sociedad. Esta clase de relaciones fue la que predominó en sociedades esclavistas de Grecia y Roma. Sin embargo, para el legado griego, todo ser humano debe ser fundamentado en  la ataraxia la cual se basa en la tranquilidad de ánimo o imperturbabilidad del espíritu por la ausencia de penas y temores, así como la templanza, la valentía, nobleza, prudencia, moderación, dominio de sí mismo; aspectos que fluyen en la filosofía tanto en Sócrates como en Platón o en Aristóteles, reflexiones que se relacionan en el deber de constituirnos en nuestros propio gobierno; es decir, el llegar a ser consecuentes de nosotros mismos y de nuestros actos, esto con el fin de aspirar a responder a las responsabilidades que la sociedad exige y, desde luego, en un plano de mayor exigencia consigo mismo, llegar a pretender el  cargo de gobernante que es la meta  que todo filosofo debe aspirar.  En la  Edad Media el concepto de cuidado se destaco sólo en el campo espiritual ya que una vida llena de buenas acciones para con Dios y la iglesia católica de ese entonces nos llevaría al paraíso.


A finales del siglo XVIII y principio del XIX, las relaciones empezaron a tener una importancia entre los seres humanos, derechos como la igualdad que se proclamaron en la ilustración, la independencia de los EEUU, Revolución Francesa, El Contrato Social de Juan Jacobo Rousseau, que en sus apartes establece: 


“La sociedad más antigua de todas, y la única natural, es la de una familia; y aun en esta sociedad los hijos sólo permanecen unidos a su padre el tiempo que le necesitan para su conservación. Desde el momento en que cesa esta necesidad, el vínculo natural se disuelve. Los hijos, libres de la obediencia que debían al padre, y el padre, exento de los cuidados que debía a los hijos, recobran ambos su independencia. Si continúan unidos, ya no es por naturaleza, sino por su voluntad; y la familia misma no se mantiene sino por convención[1].


Claramente vemos el protagonismo de la familia para el concepto de nación.


Los anteriores conceptos históricos son apenas el inicio de una verdadera igualdad entre los seres humanos, igualdad que va estrechando como ciudadanos y por ende en todos los aspectos de la sociedad; donde es necesario reconstruir históricamente como se ha venido desarrollando la ética en el individuo hasta comprender la aparición de la ética del cuidado como propuesta educativa y humana; iniciando por reconocer la ética como alternativa de una reflexión filosófica, educativa y cultural para afrontar dilemas morales.


“Frente a éticas que buscan lo formal, que es el caso del kantismo, lo legal en las interpretaciones de la ética del derecho, o el utilitarismo que privilegia los beneficios individuales o sociales según sea conveniente, y es sin duda el modelo ético más seguido en la actualidad el cual constituye un resurgimiento del epicureísmo hedonista. La ética del cuidado por el contrario se centra principalmente en el sujeto, la persona, en sus relaciones y afectos en su manera de tomar posición en una situación o problemática determinada, la importancia que le concede a la búsqueda del bienestar del otro por encima de convencionalismo o reglas abstractas que no comprende las dimensiones emotivas que entraña en cada situación, esto es lo que se ha denominado, ética del cuidado”[2].


La ética del cuidado, que en sus inicios fue planteada como una ética netamente femenina en la teoría de Carol Gilligan en su libro “Una voz diferente” 1982, en cual hace una crítica sobre las teorías de Kohlberg, Gilligan planteó que:


 “El problema fundamental de los estudios de Kohlberg fue su limitación a sujetos masculinos, la cual introdujo una desviación de los resultados motivada por la distinta educación vital y moral que reciben los hombres y las mujeres en la sociedad. Los hombres se moverían en lo formal y abstracto, en el respeto a los derechos formales de los demás, en el ámbito individual y en las reglas. Las mujeres se moverían en lo contextual, en la responsabilidad por los demás, en las relaciones y en una concepción global y no sólo normativa de la moral”[3].


Otros estudios referidos al tema se dirigen hacía la  pedagogía del cuidado, la cual introduce Nel Noddings, ha integrado conscientemente la ética del cuidado en la educación, reconociendo una ética enfocada en las relaciones de cuidado y en el encuentro con el otro. Al respecto cabe citar libros tales como: (“El reto de cuidar en las escuelas. Un enfoque alternativo para la educación”, (1992). (“Educando personas morales). Una alternativa de cuidado para la educación de carácter” 2002).


 “Sus planteamientos ponen de manifiesto la necesidad de [+]transformar las pautas socioculturales a favor de la ética del cuidado. El desarrollo humano necesita sobre todo del cuidado que recibimos de las personas con las que estamos vinculadas afectivamente; por eso, no debemos aceptar que la sociedad se organice de espaldas al cuidado. Las propuestas educativas de Noddings resultan inspiradoras para desarrollar currículo más adaptados a las necesidades actuales de una ciudadanía en proceso de transformación hacía realidades dónde las relaciones entre varones y mujeres luchan por ser más igualitarias y menos constreñidas por el corsé del género”[4].


La ética del cuidado en la actualidad se presenta con una nueva propuesta a la diversa problemática que se da en la sociedad contemporánea, no solo se habla del cuidado de las relaciones como se quiere proponer en este trabajo, sino que va más allá, tales como el cuidado del entorno, la palabra, la comunicación, el cuerpo, entre otros; donde el cuidado, la precaución, la prudencia; sean valores determinantes para aplicar con éxito la ética de cuidado y evitar las dificultades de convivencia que se presentan tanto en la escuela como en la familia.



En el ámbito contemporáneo, se ha debilitado la capacidad de la familia de transmitir la ética del cuidado como herramienta eficaz para dar  sentido en mantener una relación de cuidado mutuo, la cual está quedando en manos de la escuela que vive el mismo problema; los centro urbanos y los medios masivos de comunicación se convierten en agentes transmisores de orden, donde nacen y crecen los conflictos de valores. Según, Chaux, Daza, Vega. “La escuela es una pequeña sociedad en la que se presenta cotidianamente múltiples oportunidades de cuidar y ser cuidado. Sin embargo estas oportunidades usualmente se pierden sino se hace nada por aprovecharlas”[5].



En la época actual el concepto de relaciones va cambiando, con el uso indiscriminado que se le da a la tecnología, los medios masivos de comunicación,  entre otros, se hace evidente que cada vez estén amenazadas las relaciones interpersonales, las redes sociales son el medio más práctico para interactuar con otros y estar en contacto con amigos, familiares y personas que por diferentes motivos se ha perdido contacto. Cada día somos más hábiles en el uso de las tecnología y telecomunicación, pero al mismo tiempo vamos perdiendo la calidez del contacto físico, el dialogo personal, el concepto de amistad, y son los jóvenes quienes utilizan mayoritariamente la red, sin embargo son incapaces de relacionarse de forma adecuada con las personas que están a su alrededor, esto es, núcleo familiar, compañeros de escuela, amigos, maestros.  


Y qué decir de la comunicación, como elemento directo para llevar una buena relación en cualquier ámbito, en el texto Las éticas del cuidado y la compasión,  Barbero Señala:


Desde hace algunas décadas la palabra comunicación ha invadido todo, un gobierno, un producto, una pareja fracasa o un adolescente es mal orientado, es porque no hubo una buena comunicación; si una persona tiene problemas con su hijo, su esposo o jefe es por falta de comunicación. Frente a esta problemática la comunicación es un eje fundamental de una relación de afecto y es justo donde se está fallando[6].


Este proyecto va encaminado a buscar las causas y soluciones en el deterioro de las relaciones sobre todo en el campo educativo y la familia. El por qué la relación maestro alumno, poco a poco va creando un abismo causado por elementos antes mencionados, y la poca comunicación en la familia, donde es mas fácil que los niños queden al cuidado de terceros y no se de una orientación adecuada y así integrar la ética en las relaciones  sacando mayor provecho para el mejoramiento de este proceso de integración,  es entonces prioritario que padres y maestros acuerden estrategias para el acompañamiento y la crianza, ofreciéndole a niños y jóvenes la posibilidad de desarrollarse en contextos con bases sólidas en donde experimente relaciones de cuidado experiencias empáticas y de alteridad, con lo cual se logren personas capaces de relaciones estable, asertivas y armoniosas consigo mismo, los demás y el entorno, dado que en institución educativa N 8 sede perpetuo socorro del municipio de Maicao se evidencia que los niños presentan altos niveles de intolerancia, en muchas ocasiones son agredidos, donde los padres de no generan un ambiente propicio de diálogo y convivencia debido a la poca comunicación y agresividad al orientar a sus hijos; gritos golpes y otros factores que inciden en la agresividad en los niños. Estos factores repercuten posteriormente en la escuela donde la agresividad e intolerancia juega un papel de defensa lo cual conlleva a presentar en llevar una buena relación entre compañeros; a eso le sumamos la poca orientación que se le dan a los maestros para manejar las diferentes situaciones de intolerancia que se presenten.




[2], PASCUAL Fernando. La ética del cuidado ¿ética de la mujer? http://www.fluvin.org/textos/mujer/muj251htm, Consultado el 28 de septiembre 8:30
[3] MARÍN Gloria: ética de la justicia y ética del cuidado, ficus.pntic.mec.es/~cprf0002/nos_hace/desarrol4.html/  assembleadedones d eix. 1993 consultado el 1 de noviembre 2011. 8:41 pm.
[4] VAZQUEZ Verdera Victoria. Universidad de Valencia departamento de educación, Hhttp://hdl.handle.net/1083/10307, la educación y la ética del cuidado en el pensamiento de Nell Dodings, consultado el 1 de Noviembre de2011, 8:50 pm.
[5] CHAUX Enrique, DAZA Cecilia, VEGA Laura, La educación de Las Éticas del Cuidado y La Compasión. Editorial Pontificia Universidad Javeriana, 1 edición, Bogotá Colombia 2005, pagina. 127
[6] BARBERO Jesús Martín, La educación de Las Éticas del Cuidado y La Compasión. El Cuidado De La comunicación, Editorial Pontificia Universidad Javeriana, 1 edición, Bogotá Colombia 2005, página. 127

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